Apostamos por una educación adecuada, en la que el desarrollo de los niños en edad infante sea correcto, el amor les permite adquirir la seguridad que les hará acreedores a un desenvolvimiento adecuado, la curiocidad del niño tiene que ser canalizada de manera correcta, olvidándonos de la vieja escuela del miedo.

Su aprendizaje debe estar basado en la curiocidad natural del individuo, olvidándonos de los texto que son asuntos comerciales, el experimiento con las tintas de mano, los trazo permitirán evacuar esa energía acumulada al tiempo se estimulan sus sentidos, la motricidad que luego le ayudará en su proceso de escritura.

Estas son las bases en las cuales nos centramos en la institución.

La escuela no tiene por que convertirse en un lugar de tortura donde los niños vayan por obligación y no por deseo, para ello es importante entender cuáles son las prioridades de un niño y en base a ellos forjar el aprendizaje, un lugar divertido y en el que aprendan, esa es la verdadera escuela.